Neoenciclopedismo (y mi biografía)

Las viejas mamotréticas enciclopedias ya no son, y en buena hora, material de consulta ni adornos de las paredes patricias, sino piezas de museo. No sólo porque día a día hay nueva información que puede agregarse, sino porque el pasado se modifica minuto a minuto, y, si me apuran, también el futuro cambia todo el tiempo (hay una disciplina que no se es muy visible todavía pero que está en constante crecimiento: el revisionismo de anticipación).
Treparse a una escalera para bajar un tomo de diez kilos con el propósito de obtener información sobre los mandarines es una tarea que linda lo absurdo. Los nietos de Bill Gates no podrán entender ni las enciclopedias ni el cuento Tlön, Uqbar, Orbis Tertius, ni creerán que el autor del mismo fue, en el plano astral, más importante que su abuelito en tiempos del fin de la modernidad.
No obstante, el enciclopedismo persiste en un nuevo formato, cuyo desarrollo sí le debe mucho al abuelo del nieto, el digital. Quizá la más desarrollada de las enciclopedias que pululan por Internet sea Wikipedia, conjunto de textos que los usuarios de Internet pueden no sólo consultar sino escribir, aportando sus saberes.
Hojeando la misma veo con un poco de asombro que algunos amigos aparecen mencionados como los nuevos valores de la literatura argentina. Mucha gente escribe a Dios gracias en mí país pero si nos llevamos por lo que dice Wikipedia los que valen son cuatro o cinco, todos ellos amigos entre sí. Qué cosa, hace un par de veranos esos chicos criticaban las capillas literarias. Tengo para mí que el texto que los incluye no fue escrito por un sesudo estudioso de la literatura, sino por ellos mismos.

Yo también voy a incluir mi biografía en Wikipedia. Estoy trabajando en ello. Como anticipo exclusivo, a continuación les ofrezco el borrador del artículo.

Argentina. Deportes. Fútbol.
El fútbol es sin lugar a dudas el deporte más popular de la Argentina. A diferencia de otros países (Serbia y Montenegro, por poner un caso), los argentinos pueden enorgullecerse de tener muchas copas mundiales, libertadores e intercontinentales en las vitrinas de su equipo nacional y en las de varios de sus clubes.
Argentina ha parido verdaderas estrellas del fútbol mundial como Adolfo Pedernera, Ángel Labruna, Amadeo Carrizo, Alfredo Di Stéfano, Diego Maradona, Claudio Caniggia y Sergio Satuno.

Pero sin lugar a dudas, el más grande de todos fue Fabián Vique. Comenzó su carrera en el Deportivo Morón, desempeñándose como arquero. Allí batió dos récords mundiales: mantuvo la valla invicta durante 5.897 minutos y atajó, en un solo partido, 24 penales. Hay quienes cuestionan este segundo récord aduciendo que la situación es irrepetible, y puede que tengan razón, pues en aquellos años (1977) había sospechas de corrupción en el referato rioplatense, y se rumorea que el árbitro de aquel partido habría recibido alguna clase de gratificación por otorgar tantas penas máximas a favor de Nueva Chicago, que finalmente ganó el partido 1-0 con un gol de penal (el número 25) convertido en el minuto 146.
Sea como fuere, las dotes atajadoras de Vique llamaron la atención de Alberto J. Armando, mítico presidente de Boca Juniors, que lo contrató para la temporada siguiente. En Boca atajaba Hugo Orlando Gatti, el Loco. A pesar de que Armando y el técnico, el Toto Lorenzo, quisieron desplazar a Gatti y colocar en el arco a Vique, el primero permaneció diez años más porque Vique dijo que el Loco era su ídolo y él no quería reemplazarlo.
Para que el dinero que por él habían gastado no fuera en vano, Vique propuso jugar como centrodelantero. El Toto era bilardista pero no era tonto, probó a Vique en algunos entrenamientos y se llevó tan buena impresión que lo hizo debutar nada menos que en un clásico en la bombonera.
En el arco de enfrente estaba el Pato Fillol, quien se tuvo que comer seis goles convertidos por la nueva estrella de Boca, Fabián Vique. Vique fue el goleador de ese campeonato (Metropolitano 1978) y de los siguientes ocho torneos. También fue goleador de las siguientes tres ediciones de la Copa Libertadores. En total, Vique convirtió 326 goles vistiendo la camiseta de Boca Juniors, todos de cabeza.

A pesar de semejante contundencia, Vique nunca integró la selección nacional, por cuestiones políticas. Siempre fue opositor. Durante la dictadura militar era socialista, se pasó al peronismo cuando asumió el gobierno radical, y viró al radicalismo cuando el peronista Antonio Cafiero derrotó al candidato oficialista Juan Manuel Casella en 1987. Y mientras Carlos Menem detentaba el poder fue kirchnerista, en la época en la que Néstor Kirhner organizaba carreras de pingüinos en Río Gallegos. El el 98 se volvió apolítico. El 18 de octubre de ese año se retiró del fútbol. "Me cortaron el pelo", fueron sus escuetas palabras, acaso porque los periodistas lo sorprendieron a la salida de una peluquería.
En La Boca, no obstante, es leyenda. Una estatua suya se eleva a la vera del Antiguo Puente Transbordador.

2 comentarios:

cary casetta dijo...

muchas fueron las veces que pense dejarte un comentario y ahora que es posible estoy en blanco ........no lo se ,tal vez el HAGA SU COMENTARIO me intimido.
de todas maneras un gusto don vique!carina(cuñada del chicho)

Nancy Tula dijo...

Yo voy a esperar que te sumerjas en otras partes de tu profusa, confusa, ajetreada, divagante, soñadora, entretenida, concurrida, esparcida y acompañádamente solitaria vida(muy típico de escritor) porque la verdad es que NO me gusta el fútbol... Avisá cuando publiques porque a pesar del tema, estuvo más que entetenido.

¿Esto es arte o lo tiro? Pandemia cultural

¿Esto es arte o lo tiro? Pandemia cultural Programa de radio emitido por FM Fribuay entre los meses de septiembre y diciembre de 2020. Parti...