Cuántos comentarios

A pesar de no haber escrito nada últimamente en el blog, he recibido muchos fervorosos comentarios.
Esos febriles y entusiastas "comments" parecían no haberse tomado la molestia de leer los textos a los que aludían.  Qué raro, pensé. Eran apasionados y exaltados pero sobre asuntos ajenos a los referidos en mis textos: productos químicos, físicos, etéreos, para las uñas, para los músculos, para el reproductor de música, para los espejos retrovisores. Concluí que eran alusiones indirectas, elípticas, metafóricas. "La literatura con literatura se paga" me dije.
Un experto en computadoras  me dijo que no eran comentarios sobre mi obra literaria sino "spam... o sea", me tradujo, "publicidad basura". "Por eso ni siquiera salen, el mismo blogger los bloquea, llegan solo a tu mail".
Qué tipo más envidioso, pensé, y volví a la lectura de esos textos con la ayuda del traductor de google. Hay un secador de pelos que me encanta.

Adela

Conocí a Adela en una fiesta de Navidad. Apareció en casa después de las doce, con una sidra en la mano, entre parientes, amigos y gente des...