Salió de la chimenea y abrió la bolsa.
  
—Jennifer, en esta caja encontrarás las orejas del abuelo, que enrojecía
 las tuyas al “saludarte” en cada cumpleaños. Nicole, aquí hallarás la 
cabellera de mamá, quien fingiendo peinarte tironeaba con violencia tus 
dorados rizos. Para ti, Edgar, el ojo izquierdo de papá, ese que te 
miraba furioso cuando te sorprendía colocando veneno para ratas en sus 
zapatos nuevos. Y tú, pequeño Brian, recibe el dedo índice de la abuela,
 ese que te levantó intimidante el día que arrojaste su bastón barranca 
abajo.
—¡Gracias! —dijimos, y nos lanzamos sobre los paquetes.
 
 
2 comentarios:
je!
Lo digo y lo repito: je! vaya santa vengador!
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