Acabo de bañarme y
cierro la ducha.
Entre el silencio y el vapor se filtra
una mezcla de sonidos ahogados
—lejanos
con un fondo de mar o de asfalto—
que baja hasta mí
desde las hendijas de la rejilla de ventilación
arriba
sobre mi cabeza.
Finalmente
aquel agujero en el techo del baño
tapado por una malla rectangular
parece que conduce a alguna parte
parece que termina en algún lado.
Finalmente, digo
aquel agujero
cubierto por un pedazo de metal lleno de ranuras
podría ser más que un capricho arquitectónico dado a
cumplir con inspecciones municipales.
Podría ser
ni más ni menos
como la poesía misma:
una conexión imposible con un lado oscuro
distante
inalcanzable
del que sobrevienen
ecos de voces apagadas
bocinazos
ladridos de perros que no conocemos.
cierro la ducha.
Entre el silencio y el vapor se filtra
una mezcla de sonidos ahogados
—lejanos
con un fondo de mar o de asfalto—
que baja hasta mí
desde las hendijas de la rejilla de ventilación
arriba
sobre mi cabeza.
Finalmente
aquel agujero en el techo del baño
tapado por una malla rectangular
parece que conduce a alguna parte
parece que termina en algún lado.
Finalmente, digo
aquel agujero
cubierto por un pedazo de metal lleno de ranuras
podría ser más que un capricho arquitectónico dado a
cumplir con inspecciones municipales.
Podría ser
ni más ni menos
como la poesía misma:
una conexión imposible con un lado oscuro
distante
inalcanzable
del que sobrevienen
ecos de voces apagadas
bocinazos
ladridos de perros que no conocemos.
Walter Iannelli
Paradojas modernas
Ediciones Uñum Hue
1 comentario:
Hola, me gusta lo que hacés... Te invito a que conozcas Kermese!, mi humilde blog de microcuentos infantiles para grandes. Espero que te agrade, me gustaría tu crítica.
Saludos!
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