La búsqueda del centro

No todos son capaces de encontrar la razón de su vida.
   Yo, por ejemplo. He estudiado dialectología y tantra yoga, escrito poesías permutantes. Por más que recorrí museos, me asocié a los teósofos y después a los vegetarianos, ocupé la universidad y los latifundios, seguía sin divisar en el horizonte una luz que me indicara hacia dónde estaba yendo.
   Por eso, cuando conocí a Sebastián me dije: ahí está. 
   Pero ahí estaba nada más que Sebastián.

Rosalba Campra
Ficciones desmedidas
Macedonia Ediciones

En las arenas bailan los remolinos



En las arenas bailan los remolinos,
el sol juega en el brillo del pedregal,
y prendido a la magia de los caminos,
el arriero va, el arriero va.

Es bandera de niebla su poncho al viento,
lo saludan las flautas del pajonal,
y animando la tropa par esos cerros,
el arriero va, el arriero va.

Las penas y las vaquitas
se van par la misma senda.
Las penas son de nosotros,
las vaquitas son ajenas.

Un degüello de soles muestra la tarde,
se han dormido las luces del pedregal,
y animando la tropa, dale que dale,
el arriero va, el arriero va.

Amalaya la noche traiga un recuerdo
que haga menos peso mi soledad.
Como sombra en la sombra por esos cerros,
el arriero va, el arriero va.

Atahualpa Yupanqui



Interpretado por Divididos. 
Para Canal Encuentro, el canal del Ministerio de Educación de Argentina

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