
Pese a los rumores (creados por voces maldicientes), está prácticamente descartada la posibilidad de que la lectura de este blog transmita al lector gripe porcina o aviar.
Conocí a Adela en una fiesta de Navidad. Apareció en casa después de las doce, con una sidra en la mano, entre parientes, amigos y gente des...